domingo, 24 de octubre de 2010

Eram quod es, eris quod sum

!Si te he escuchado¡. !Adelante tómame, estrujame, abre mis venas, quiebra mi humanidad¡. Sonidos retorcidos y dementes acompañan tus insanas intenciones. Mi humanidad no se compara con tu infnita misericordia y clemancia. Con tu bondad. Toma mi mano enferma y llevame contigo a ese recoveco sagrado impuro, maldito. Dejadme entre tus piernas otra vez tras la entrega eterna.
Ahora olvidame, dejame atrás en esta mi triste favorita historia. Siempre te vas y te quedas. Cada flor muerta en mi regazo es el recuerdo de tu desprecio.
Toma mi pecaminosa carne otra vez, anda hazlo otra vez, usame como pretexto. Ahora desgarra mi piel, como mi carne, desaste de mis huesos, rómpeme y vuelveme a reconstruir entre tus manos, entre tu pasión frenentica, absorve mi vida casi al límite y olvidame como siempre. Eram quod es, eris quod sum; ¿Qué más da? Me ofrezco a ti cada dia, y cada día despues de satisfacerte me olvidas. Flores negras, rosas sin botones, tallos secos soy y fui. Aqui estare nuevamente para tí, para tu maldito desprecio esperando a irme para siempre en este cementerio camposanto.