domingo, 19 de junio de 2022

Vals de las marionetas


Cierra este libro y libera tu alma a la lluvia que fluye contra tu ventana. Estás entre paredes, pero hay lluvia en el viento que pasa; lluvia que transporta un halo de piedras cubiertas de musgo, de pasto ciego, oscuro, de vastos y redondeados horizontes empapados” John Cowper Powys

Demasiada luz en esta habitación. Espero la noche y con ella la oscuridad. El dolor en mis pulmones despeja el vacío de mis pensamientos. Aún recuerdo las tardes de lluvia de mi niñez. miraba por la ventana con deprimente contemplación. El olor a tierra mojada me recordaba el panteón en las tardes de funeral. Las ropas negras, el llanto, el duelo y luego el olvido. Solo yo, nadie mas, ahora regresa al cementerio a contemplar las tumbas para deleitarme con su belleza.

Recuerdo aquellas tardes, cuando en tu vestido de encaje y terciopelo negro acompañabas mi tristeza y desolación. Tu pálido rostro y tus pies descalzos. pisaban la hierva y los gusanos de tierra. !Que dicha despertabas en mi oscuro corazón¡

Ahora solo observo tu lapida. Las flores marchitas rodean tu nombre y tu memoria. Comienza a llover y aquí sentado, recordando tu esencia, el sabor de tus labios, nuestra entrega carnal entre la yerba del prado.

En medio de la añoranza ha llegado la noche, al agua cae y moja mi espalda. Y así, hincado en tu tumba, esperare acompañarte en este cementerio camposanto.