sábado, 27 de noviembre de 2010

Tantibus mortale

The nightmare Johann Henri Füssli 1781
Bebí el líquido, comí y fume la hierba y poco a poco caí en el sueño psicodelico. Ahí observe su mano descarnada, su olor fetido en mi nariz adormecida. Llego el íncubo a mi lecho, se poso en mi y sacio sus apetitos carnales. ¿Dormía? ¿Mori? Fue acaso una pesadilla que se vuelve eterna cuando mi existencia me es arrebatada por un demonio mientras la montura infernal intenta mirarme inutilmente ante su ceguez.
Que maldición he desencadenado para que la omnipresencia, la tortura deje de apiadarse de mi, y los mas mounstrosos horrores y dolores fisicos me atormenten asi.
He muerto y no. El demonio permanece y solo píenso en el momento en que mi mortal cuerpo sea entregado a las llamas o yacerá bajo la tierra en el ataud de madera astillada en este cementerio camposanto.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Elixir

Bebí, gota a gota esta cicuta. Desgarro mi garganta y me hundio poco a poco en el sueño eterno. Senti la sangre brotar en mi interior, liquido que fluyo por mi boca y resvalo por la comisura de mi labios resecos y fetidos. Perdí la cordura un instante y te percibí eterna y cercana. Mi vientre hirvio de emoción al sentirte ahí. Elixir de perdición y gloria este que enerba y estremece y confunde y pierde de si.
Tu mano extendida, la debilidad de la sangre envenenada que me recorre poco a poco. La mente se nubla, se estabiliza en una realidad perfecta que te aleja de lo mundano y vacio. Te conduce por el sendero oscuro hasta que el carmin y la asfixia se vuelven dolores fisicos intensos que poco o nada importan, para etsa humanidad que confunde.
Bebi el liquido del hada azul en mi boca ensangrentada, absent le llaman. Perdido en la alusionación te senti nuevamente cerca, sentir para dejar de ser. ¿Quien quiere ser? ¿Para que? Yo no decidi ser ni estar. Más elixir que apague este absurdo, más.
Mi humanidad se tambalea, de un lado a otro, mi mente se mueve de forma inexplicable, mis pasos son cada vez mas torpes y confusos, caigo al suelo y me levanto hasta llegar aqui, en donde quiero permanecer inmovil por siempre, en estat ierra fangosa y sucia e infertíl,  en este cementerio camposanto.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Bonus die morietur

Señora idolatrada. Espectro acechante. Grandiosa eternidad bondadosa. Gran día es este en que te adoramos y veneramos. Estos insultantes mortales instantes en que dejamos nuestras venas abiertas a tu infinita misericordia para que bebas de nostotros y sacies tu sed. Día en que recordamos que estas presente entre nosotros a cada instante. Nos observas y con  nuestra osamenta te represenetamos para adorate.
El perfume nauseabundo de nuestra humanidad devorada por insectos y hongos a tu arribo. Hoy vistes de gala y me encuentro a tus pies, en la tierra de muertos. Ahi en donde, por alguna (sin)razón, concurrimos cuando nos entregamos a ti. Manjares, bebida y música. Adorando el instante en que te hiciste presente y me arrebatas de esta existencia tormentosa.
Gran día para morir es este. Suicidio, no. Demencia, tal vez. Decepción de la existencia, todo el tiempo, me orilla al absurdo y asi me entrego a ti, en este grandioso dia. Bonus die morietur, en este cementerio camposanto.