sábado, 3 de mayo de 2014

Acónito en el camino


¿Media de la noche o inicio del día? Un horario de silencio, beats electrónicos oscuros ahogan en cada acorde lejano. Bebo vodka como cosaco mientras observo mi brazo desangrarse. Escupo un poco del alcohol en la herida, arde, mis desgarrados tendones se mueven y contraen. Después de mis desgarradores gritos, en este bosque reina el silencio. Vine a buscarte aquí, provoque a los perros salvajes buscando ocasionar estas lesiones mortales.

No buscaré médico que cure estas carnes desgarradas y sangrantes, me interne en la maleza buscándote y encontré esas bestias, sé bien que ellas me acercaran a ti. Te he buscado siempre, en recovecos y barrios, en tabernas y caminos solitarios. Existe un dios en la tierra y en la lejanía de la eternidad ¿lo sabias? Jajaja ¿Qué hombre puede saberlo? Dolor, mareo, he perdido mucha sangre ya y bebo más alcohol. Debo perder la conciencia que busco entregarte.

He perdido todo lo que tenía en esta terrenal vida ¿Para qué quiero vivir más? Me pregunto ahora en donde estas. La neblina está cubriendo el camino de tierra y hojas, ¿Sera acaso mi visión? Un perfume a esa planta inunda el ambiente, si es acónito, ya aúllan esos demonios en la cercanía. Y a probaron mi carne, seguro regresaran por más. Me tenderé ahí adelante, junto al musgo. Espero devoren todo de mí. Si sé que me esperas en tu regazo  aquí en esta vereda que será morada de uno más de tu lúgubre cementeriocomposanto