sábado, 16 de enero de 2010

Perfume cadaverico

El movimiento de la tierra lo logró. Los cuerpos estan ahí, tirados a la mirada indiferente de los demás. Revueltos con escombros de estructuras de concreto. La sangre, los líquidos y fluídos de la morbida humanidad crearon la perfecta mass grave. Cuerpos regados, sin identidad. Almas que vagan por calles putrefactas.
Tras la muerte de miles inicia, lentamente el proceso de los amados muertos. Los insectos depositan sus huevesillos atravesando la piel inerte. Luego, las larvas comienzan a alimentarse de ellos. Los cuerpos generan gases y los organos internos comienzan a ceder ante el paso del tiempo. Se inflan, algunos estallan y emerge el aroma del fin de la existencia. Ese perfume maldito que seduce a miles de hambrientas larvas. Comienza la peste que penetra hondo y atraviesa las calles transportado por las corrientes de aire entre calles, expandiendose por kilometros. Miles de bacterias buscaran entrar en cuerpos no muertos y acabar con ellos infectandolos también.
La muerte esta, acorrala, se mofa de nuestra condicion orgánica. Los hombres y mujeres tapan sus rostros tratando de escapar del olor, pero no lo lograrán. El aroma a muerte, el olor a cadaver se apoderará de la ciudad por muchos meses, quizás años recordando a todos que cuando el fin de los dias llegue, a escepción de que el fuego de las maderas consuma piel y huesos, la carne se allagara y por mas perfecta que sea la envoltura, a pesar del mejor trabajo de embalsamamiento, el cuerpo olera a muerte. Por que es perfecto ese instante. Por que entre el caos de la destrucción y la indiferencia que apila cadaveres humanos y los maneja como desechos.. obligará a que esos pedazos humanos sean enterrados, cremados y olvidados sin identidad en este cementerio camposanto...