domingo, 18 de septiembre de 2011

Tu mascara celta, maldita...


Nuevamente tÚ, envuelta en telas y engaños. Te escabulles entre superticiones y leyendas, entre el medievo de las brujas y los hombres lobo.
Si, !te veo ahí¡, mentirosa como sueles ser y te disfrazas, farzante. Se muy bien que mis antepasados celtas te temian como yo ahora, Samhain,  pero no sacrificaré un cuerpo para honrarte, no te entregaré sangre y viceras, no, !no te dare nada inmunda¡
Si lo se, te burlas nuevamente de mi con tu dentada pestilencia que encierra el misterio y la hediondes para alejarme de esta esquina oscura. Mis ojos los has cocido con ahuja e hilo para cegarme nuevamente, señor oscuro que ronda el río.
Las manos amigas me ayudan a dormir apretando mi cuello mientras tu ries al arroparme nuevamente y llevarme a esas tierras oscuras que cubren la mirada de los hombres, no entiendo, no comprendo, solo me dejo llevar a ti, nuevamente. En este cementerio camposanto.