sábado, 17 de octubre de 2009

Injusta, Adorada, Maldita...

¿Por qué llegas así? ¿Por qué me has tocado a mí? Acaso escribir sobre tu escencia, con mis labios mojados en whiskey, cada vez, te vuelve injusta.
Has arrebatado de mis horas contadas la posibilidad de ser feliz. ¿Por qué lo has hecho? Lo has marcado con sangre roja y con dolor al ser amado. No te entiendo muerte.
Dolor en mi alma siento e impotencia ante ti. ¿Qué has hecho otra vez? ¿Acaso buscas mi adoración o sumisión ante tu poder? Eres brutal, adorada y maldita mil veces.
Señora obscura, me has tocado con tu gélida mano y me has destrozado. Soy añicos por tu incólume decisión.
Estoy acá entre la espada de hierro que arde de entre las brazas.
Paciente lector… ten cuidado. Ella o ese ser, esta ahí muy presente esperado, observando buscando y… los médicos explicaran causas racionales y científicas, pero ella es, fue per se.
Ahí está la pérfida… acechante… babeando ante el festín. Puede tocar tu vida por la parte más frágil que tengas.
Se regocija, se revuelca sin sentimientos, pues no existen ahí. INJUSTA, ADORADA, TRAIDORA, MALDITA SEAS. Cada día recordaré, me dolerá y seguiré en luto por este gran perdida, con este gran dolor que me carcome y que escondo de la gente, que alienada continua sus días. Y me hundo en tristeza y desesperación noches eternas e infinitas en este Cementerio camposanto.
RIP
Llegas dos veces mas lejana y cercana a la vez. Si ya sé que aquí estas.