El gusto por recorrrer cementerios es arraigado. Quizas cuando descubrí que moriría me llamo la atención que los cuerpor inertes se colocan cimetricamente en hoyos bajo la tierra y se cubren con lapidas, lodo o culaquier cosa. El muerto tendra dirección y algusno perpetuidad, otros seran cremadops para trasladar sus cenizas a tierra de origen. o alguien traera la tierra de origen a su morada final.
El olor a cadaver. Apestoso, nausehabundo, fermentado, fetido.. tufo de entrega a la tierra, de alimento al gusano y la cochinilla.. al insecto que Gregorio Samsa transmuto.
La sangre cuagulada y seca emite un olor particular, extraño para algunos pero para mi familiar, peculiar, perfume seductor de añejas historias olvidadas en pueblos polvosos y miserables abrazados por la pobreza, el dolor y el odio.
El moho, invasor de plantas y animales muertos. se alimenta de ellos engullendo sus sustancias viscosas y pestilentes que se absorven y trasnmutan en fotosintesis la cual oculta su horrible genesis.
Los tres son insaeparables. Cadaver, Sangre y moho. los tres son parte escencial de estas líneas incólumenes, perfectas...
Los tres son elementos que se escureen en este cementerio camposanto.