miércoles, 10 de diciembre de 2008


Lacrimosa dies illa Qua resurget ex favilla Judicandus homo reus. Huic ergo parce, Deus: Pie Jesu Domine, Dona eis requiem. Amen.
Con un canto en latin a los muertos empiezo este oscuro día de mi impavida existencia. La noche paso serena y sin encontrar tranquilidad.
Le he buscado por recovecos de mi apartamento. Sin exito. Le he llamado en el balcón con el viento frio en mi rostro y tampoco he tenido suerte.
Quizas deba invocarle, pero esa acción no tendrá efectos palpables. Recorrí con lo ojos la habitación y solo encontre recuerdos de horribles temores que embriagaron mis pensamientos lunas atras.
Canté a los muertos en latín. Y ellos como siempre no respondieron. Muertos al fin, existencia que me embriaga y noche eterna que termina cuando el sol extirpa de mis viceras la añoranza por la noche eterna.

requiéscat in pace